Bueno, hoy hago una semana con la dieta y creo que he bajado bastante bien. De entrada, por mucho que me duela, creo que empecé con un poco más de 60kg  porque he notado mucho el cambio de ropa (Y no tuve operativa la báscula hasta hace dos días). En cualquier caso he dejado atrás la barrera psicológica del 6 y sé que ahora me animaré mucho más.

En todos estos días sólo he vomitado una vez y porque me sentó mal lo que comí (fue medio provocado, pero no por decir "He comido como una cerda hay que sacarlo"). Así que estoy contenta. También hemos tenido que comer fuera un par de veces y me he portado la mar de bien, con temple samurai, mientras veía que mis amigos se cascaban cosas deliciosas. Pero subirte a la báscula y ver que el número baja cada día es una experiencia mejor que la de hartarme de comida. 

Ahora, el paso coherente, sería que empezara a salir a correr o que hiciera algo de ejercicio, pero me da mucha pereza. Normalmente voy andando siempre a los sitios (también es que vivo cerca de todo así que no tiene mucho mérito) y subo hasta casa sin usar el ascensor (6 pisos) excepto cuando vengo de hacer la compra, que no soy hulk. Me puse con el kinect a bailar modo cardio hace unos días y no estuvo mal, pero me dolieron luego las rodillas, supongo que por no hacer nada de calentamiento antes. Pero algo tengo que hacer, porque si no las piernas no se me van a quedar bonitas por mucho que adelgace. 

De lo que sigo asustada es de que se me enconjan las tetas. Siempre he sido tetona y siempre he estado muy agusto con mis mamellas pero cuando adelgacé hace un par de años y me quedé en 52 kg mis pechos desaparecieron y me sentía muy extraña. Por lo pronto estoy ahorrando y si consigo mantenerme en mi peso meta durante varios meses seguramente me opere los pechos para recuperar a mis gemelitas.

Pero por ahora sigo muy animada, sobre todo porque ando en medio de los exámenes de la uni y estoy controlándome como una campeona. 

Un beso princesas. Con fuerza se puede.