Sigo sin saltarme la dieta y ya se me nota el vientre bastante más plano. Siempre bajo primero de tripita, lo malo es que después de la tripa suelen ir las tetas (y no me apetece nada quedarme sin tetas). El día de ayer fue especialmente duro porque solemos ir todos los martes a un bar de bocadillos a comer con unos amigos, y ahí estaban todos, con sus deliciosos bocatas y hamburguesas mientras yo me comía mi ensaladita sin aceite. Pero lo peor fueron los postres. En este sitio hacen unas crepes con chocolate y unos gofres de morirse. Pero me mantuve fuerte y no comí nada fuera de mi dieta.
Os pongo el menú entero de ayer.
Desayuno - una lata individual de piña en su jugo (sin el jugo claro) + 1 tostada de pan integral
Comida - Ensalada con lechuga, espárragos, tomate, huevo duro, cebolla y un poquito de jamón serrano. + Café
Media tarde - un melocotón
Cena - dos huevos revueltos con cebolla + un yogur desnatado
Lo que me pasó es que por la noche comencé a marearme muchísimo, me levanté sobre las 4-5 y estaba como si me hubiera montado en la peor atracción de feria del mundo. No se si fue por la dieta o porque me pasé mucho tiempo jugando a un juego de ordenador. En cualquier caso si que me noto un poco cansada, aunque es normal porque mi cuerpo no está recibiendo apenas carbohidratos y tiene que hacer el esfuerzo de activar las reservas de grasa.
Por cierto, he visto que venden máquinas de cavitación. Echaré un ojo, porque si no son excesivamente caras y dejan pagar a plazos quizás me agencie una para plantarle guerra a mis cartucheras.
Perdonad que no esté muy elocuente hoy, pero se acercan vertiginosamente los exámenes y tengo todavía mucho trabajo por delante.
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